Cuzco

El viaje al Perú, quizás por ser el primero y seguramente por su belleza ha sido uno de los que más me ha gustado. La llegada a Cuzco impresiona con el aeropuerto situado en mitad de una ciudad de color marrón al completo, en un valle inmenso con las casas creciendo por las colinas.

Es obligado visitar el mercado, los puestos, regentados por mujeres con sus trajes típicos, son geniales, -como podréis observar en la foto- encontrarás mil clases diferentes de patatas, blancas, moradas, amarillas,……..y un sin fin de productos que me hubiera encantado saber para que los utilizan o simplemente saber el nombre, por no pedir demasiado.

Se puede probar alguna de las comidas que por allí ofrecen. La sanidad, mejor no hablar, todo es artesanal, así que debes hacer un gran esfuerzo de confianza con quien te vende lo que te vayas a comer y piensas: “espero no cagarme mal todo el viaje por esto que me voy a meter por el cuerpo “, en mi caso probé una humita , que es una pasta de maíz y aceitunas negras y algún ingrediente más que no llego a conocer, liado todo esto, en las propias hojas que envuelven la mazorca de maíz. También probamos empanadas de queso por 1 sol, que son como 25 céntimos de euro, y probamos las famosas hojas de coca, que te dejan la boca adormecida y tienen un sabor a hojas verdes, como lo que son. Comimos carne de vicuña, que es una especie de llama, pero más pequeña, y sinceramente estaba muy buena

Después de está la plaza principal con la catedral al frente gobernado todo, y justo ahí, pues contratas el Tour para irte a ver todos los monumentos que rodean la ciudad y que contaré por separado porque son tan chulos, que se lo merecen. Además intentaré poner la historia de cada uno de los lugares visitados para que os sintáis como si tu estuvierais allí, mismo haciendo la visita, sección dedicada para los más cultos, el resto, pasad de la lectura y a mirar fotos.