viernes, 7 de marzo de 2008

Adios mi Buenos Aires queridoooooo.



Nunca he colgado nada relacionado con Buenos Aires y sinceramente, estoy haciendo un esfuerzo para hacerle todos los honores que se merece. Esta ciudad lo tiene todo, te quedas tan metido en ella, que cuesta bastante marcharse como dicen tantas letras de tangos y no podía marcharme sin dedicarle esta pequeña historia ocurrida, para…….” Volver….. Con la frente marchita…………”

He visto bailar muchos tangos, no soy ni mucho menos un experto, pero he visto algunos lances para saber cuando está sucediendo un momento mágico, y lo que me ocurrió fue eso, Mágico.

La historia comienza cuando…….. Estaba paseando por la feria de antigüedades de San Telmo, y una de esas bandas de música compuesta por jóvenes, que tocaban música al aire libre, en esa calle Defensa, con toda clase de espectáculos.

Estaban por allí tocando unos tangos cuando me detuve para oírlos y verlos un momento. Pasado ese instante, una pareja de abuelitos se puso a bailar un tango con una ternura, un sentimiento y en fin, ¿no se? Con mucho amor o no se como describirlo, pero me emocionó, creo que descubrí el sentimiento del tango Argentino fue muy conmovedor.

La pareja de baile, nos deleitaron con dos bailes allí juntitos los dos. Cuando terminaron de bailar, abonaron su correspondiente donación a la banda y se marcharon, y fueron felices, y comieron fugazzeta en el cuartito con su Quillmes, y en Rest. Arturito, y las tiendas de Santa Fé, y las librerías, y esos cortes de pelo, y boludos van y vienen, como el que escribe, pero volveremos algún día, eso es seguro.

2 comentarios:

emereci dijo...

Que nos quiten lo bailao, eh, Carlos. Vaya experiencias nos regala el añito austral, joder, yo lo tengo medio oscurecido por el olvido, pero es leerte y me da una morriña... Tengo tantísimas ganas de veros... ni te lo imaginas, va a ser terrible!!!
En fin, de momento te mando un beso fuerte y ánimo para las despedidas, recordad que de este lado hay mucha gente esperándoos.
Muaaaaaak

Anónimo dijo...

Bellísimo relato, Carlos. En breve me contarás más ya en persona, no? Un besazo